Saturday, December 27, 2008

Animales inmortales

Una de las cosas que más recuerdo de mi primer libro de Ciencias Naturales es el cuadrito con el ciclo de la vida: el cuadro decía que todos los seres vivos pasan por 4 fases: nacen, crecen, se reproducen y mueren.

Hasta ahí estamos todos tranquilos. Podriamos definir a un ser vivo por el inevitable destino que tiene de pasar por estas 4 fases para ser considerado tal. Pues no. Siempre hay una excepción a la regla, en este caso, el Turritopsis nutricula.

Este animalito, apenas visible a ojo pelado, es un hidrozoario. Esto quiere decir que está emparentado con los corales y las malaguas, vive toda su (laaaarga) vida en agua marina y en estado temprano tiene apenas algunos tentáculos, pero en la madurez puede llegar a tener 80-90.
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Claro, esto del estado temprano y la madurez es un termino relativo, ya que esta malaguita, cual acuática ave fénix, renace de sus cenizas con cada ciclo propio. Cada adulto desarrolla tanto espermatozoides como ovulos, de los cuales se desarrollan pólipos, y estos evolucionan en una medusa. Lo peculiar es que no recombinan este ADN con ningún otro congénere. El mismo ser vivo puede mantener su material genético por toda la eternidad.
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Es verdad que el término inmortal es bastante relativo. Viene un pez grande, se lo come y se acabó su inmortalidad. Tambien es cierto que no siempre llevan este estilo de "vida". Si no fuera por su capacidad de recombinar ADN con otros individuos de la misma especie no hubiera evolucionado hasta llegar a su actual estado. Lo peculiar es que ninguna otra especie ha encontrado la manera de prolongar su existencia de manera indeterminada. Admirable.