Thursday, December 25, 2014

La musica es una maravilla

Encontré en Facebook un video que colgaron mis hermanos Tambopatinos, Alvaro del Campo y Augusto Lescano. Un curtido José Feliciano canta y toca guitarra como el maestro que es, una versión de Purple Haze, de Jimmy Hendrix.

Nunca había visto esa faceta de Feliciano, una verdadera estrella versátil. Canta con el alma, como buen rockero, toca la guitarra como un endemoniado, sin fallar una nota, poniendo alma vida y corazón. La gente salta, baila, aplaude. El normalmente monse "mounstro" de la Quinta Vergara se suelta las trenzas y se convierte en un público rockero por tres minutos y medio. 

Como siempre, Facebook te ofrece links relacionados a lo que viste. Aparece uno interesante, una visita del Portorriqueño al show de la leyenda Johnny Cash en 1970. Un joven Feliciano, invidente, sentado en un banquito, empieza a cantar a dúo con Cash. Primero "I guess things happen that way". Cash empieza con su propietaria actitud country, relajada, dueño de la canción y dueño del mundo. Feliciano abre la boca y lo que sale es Rythm & Blues, es alma latina, y es algo que Cash automáticamente identifica como algo que sale del corazón. El maldito, el conflictuado, el badass mira a este chico ciego como si lo quisiera llevar a casa y adoptarlo.

Luego Cash dice que José puede tocar la guitarra de palo como si tuviera 21 cuerdas, y Feliciano improvisa un punteo. Cash lo deja solo y procede a tocar "Earl's Breakdow". Los dedos de Feliciano corren por la guitarra como alguien que se aprendió de memoria cada esquina de un laberinto complicado, y lo recorre a 120 por hora. Feliciano es un virtuoso. Afina las cuerdas sobre la marcha, para que salgan los acordes de esta pieza como él quiere. No prueba como quedó; su refinado tacto le dice que ya está afinada solo sintiendo la tensión en la clavija. El show deja de ser de Johnny Cash y se convierte en el Show de José Feliciano.

Finalmente canta lo que más le gusta, una balada que se llama "The Windmills of Your Mind". Nadie enfoca a la audiencia, pero estoy seguro que igual que a mi, le arranca una lágrima a más de uno.


No sé que tiene la música pero no puedo explicar cómo es que suceden estas cosas. Simplemente hay gente que lo tiene y estamos el común de los mortales que nos gustaría tenerlo y sabemos que nunca vamos a llegar a esa plataforma del Olimpo. José Feliciano es un Dios, y merece adoración y respeto.

Gracias Moco, gracias Vegeta. Los dejo con el video que picó mi curiosidad: