Sunday, October 19, 2008

Chicago 4:09

Hace una semana corrí la maratón de Chicago. El evento no es simplemente ir y correr, cuando uno decide que esa es la maratón que correrá este año, empieza un proceso largo de entrenamiento, sacrificio y planeamiento.

Cuando uno recien empieza con esta afición, correr la maratón tiene objetivos muy sencillos: terminar, si es posible alrededor de las 4 horas, es más que satisfactorio. Sin embargo, a medida que vas afanándote y midiendo tu potencial durante el entrenamiento, vas teniendo objetivos más ambiciosos.

Toda esta temporada estuve preparando mi cuerpo y mi mente para llegar a la meta en 3 horas y 30 minutos. No es tarea facil, pero he sido riguroso con el entrenamiento. Este año he estado viajando menos que el año pasado, e inclusive estando de viaje he seguido con la rutina normal de trotes en donde me toque estar. Como diría el célebre Giancarlo Botteri, el trabajo estaba hecho.

El día de la carrera el factor que todos temíamos se hizo realidad: la temperatura empezó a subir, y poco después de las 10 de la mañana ya estabamos corriendo bajo un inclemente sol. 26 grados centígrados a la sombra (créanme: bajo el sol, sobre el asfalto, con 21 kilómetros encima se sienten como 40) hicieron que los que teníamos una meta específica la dejemos de lado, bajemos el ritmo y nos concentremos simplemente en terminar con dignidad la tortura.

Mucha gente al escuchar mi relato no termina de entender por qué uno hace esto. Podría haber pasado mis vacaciones en una playa, tirado bajo el sol, tomando margaritas sin hacer mayor esfuerzo. Yo la verdad no creo estar loco, pero admito que la opción de la playa no suena como tan mala idea ahora que ya todo pasó.

Probablemente la parte más satisfactoria es esa sensación de haber tenido un logro. Correr junto con otras 45,000 personas hacia una meta común, escuchar a casi 2 millones de espectadores animándote a cada paso ayuda muchísimo, pero salir, correr y llegar en el tiempo que te toma no sucede de la noche a la mañana. No lo hubiera podido hacer sin los meses de entrenamiento y privaciones, y así como lo bailado, nadie te lo quita.

Es el segundo año que en Chicago nos pasa lo mismo. El año que viene escogeremos correr en un momento del año en el que el clima no pueda jugarnos una mala pasada, y nos sacaremos ya no el clavo, si no la media ferretería que tenemos metida.

Saturday, October 18, 2008

Cultura instantánea

Estuve de vacaciones con mi familia en Orlando.

Casi siempre que he viajado por placer he escogido lugares cuyo atractivo es netamente natural, o culturalmente muy auténtico. Esta vez optamos por algo diametralmente opuesto, ya que Orlando es definitivamente un destino para los chicos. Los parques temáticos crean un mundo de fantasía que si tienes entre 3 y 10 años con gusto te crees y participas del mismo sin peros.

Como adulto, lo único que te queda es meterte en el cuento y disfrutar las caritas de tus hijos que se asombran con todos estos encantos fabricados por el hombre. La mitad de las fotos se la tomas al atractivo en sí, la otra mitad a sus expresiones de asombro.

Cuando uno analiza el gancho que crean los inventores de estas atracciones, se da cuenta que no son otra cosa que el reflejo de una cultura. La cultura estadounidense está basada en la gratificación instantánea: la comida rápida y las compras son los pasatiempos favoritos de estos obesos americanos, creando un pais en donde el consumo es un Dios al que se le rinde pleitecía sin cuestionamientos. Si tienes hambre vas a encontrar 20 sitios donde en menos de 3 minutos puedes llevarte grasa, azucar o ambos a la vez a la boca. Si el paseo temático te gustó, no esperes un minuto para encontrar un recuerdo del mismo, das un paso fuera del carrito y encontrarás una tienda de souvenirs con miles de elementos conmemorativos a lo que acabas de experimentar.

Claro, para el que va de visita una vez cada 2 años es super agradable reventarse la tarjeta y dejarse llevar por esta fiebre durante una semana, pero existen millones de gringos cuyo estilo de vida es así. Todos los dias del año. Definitivamente debe tener alguna consecuencia negativa. Son 280 millones de personas cuyo día a día es comprar miles de artefactos cuya vida util se hace cada vez mas corta. El estilo de vida americano impone una tasa demasiado alta a los recursos de los cuales se alimenta. Consumen mas agua y comida que ningun otro pais del planeta, son responsables por el 25% de las emisiones en la tierra y la deuda que adquieren es mayor a la plata que generan. No puede ser sostenible.

Como bien pone Tom Friedman en su libro The World is Flat, la cultura americana tuvo un momento de gloria en el que su estilo de hacer las cosas les dio una gran ventaja económica, ventaja que hasta el día de hoy ostentan. La parte interesante es que las condiciones actuales del mundo hacen que los corredores de largo aliento tengan ventajas sobre los velocistas.

Las corridas financieras, las declaraciones de impuestos, la programacion de software y las centrales telefónicas de la mitad del mundo se estan realizando en lugares hasta hace poco remotos, como India y China. Los lugares a los que antes acudían los industriales americanos para montar sweatshops son ahora tambien proveedores de cerebros. Y ya no estamos hablando de trabajos subvaluados que cualquier hijo de vecino puede aprender. Paises como Brasil, Rusia, India y China estan aventajando a la hasta hace poco hegemónica norteamérica en acceso de banda ancha, investigación científica, publicación, y generación de patentes.

El dia de hoy todo el mundo vé la debacle económica de un pueblo que, como dicen las abuelitas, tiene los ojos más grandes que el estómago. Hace tres olimpiadas que el antes imbatible equipo americano de basketball las ve negras con equipos tan dispares como España, Croacia o China. Los miembros del otrora Dream Team son generaciones de chicos cuya meta en la vida es conseguir el slam dunk o el tiro de tres puntos, pero prestan poco valor al pase bien puesto. Es decir, al juego en equipo.

La ventaja tecnológica que tiene ahora Estados Unidos es producto de la famosa carrera espacial iniciada por JFK. La carrera espacial fue la excusa para iniciar una carrera científica, con la cola que trae consigo. El dia de hoy la carrera científica está en seria crisis. Los egresados de secundaria no se interesan en la investigacion porque no es cool, y los profesionales de la última generacion no son capaces de llenar un nicho que no puedan aventajar fácilmente millones de jovenes adultos en la otra mitad del mundo.

Veamos con atención que sucede, pues. Este tipo de cambios no suceden de la noche la la mañana, pero creo que la situación del mundo como la conocimos hace 20 años no es la del día de hoy, y antes de morir probablemente veamos una completamente distinta.