Nuestra falta de resistencia ante la "Cara de Bebe"

Como cualquier fanático de la naturaleza, siempre he estado atento a las campañas ambientalistas y a los documentales de vida silvestre. Es curioso, pero los símbolos que los medios, las ONGs e incluso algunos gobiernos adoptan son siempre imágenes agradables a la vista, y por lo general con algunas características en común.


El Panda de la WWF, el Tigre de Save the Tiger Fund, las Vicuñas de Pampa Galeras, los Guacamayos de Tambopata; todos despiertan simpatías inmediatas en la audiencia. No podemos evitar querer salvar a estos animalitos. No sabemos exactamente por qué, pero esas caritas no pueden extinguirse así nomas sin que hagamos algo.


Dicen los especialistas que nuestro altruísta compromiso para con el area natural que se pretende conservar tiene poco o nada que ver con esta simpatía. Lo que desencadena esta respuesta en nuestro cerebro son las características parecidas a un bebe que tienen estos animales. Este fenómeno se conoce como Neotonía, y sucede cuando el símbolo en cuestión presenta mejillas abultadas, cara redonda, ojos grandes y aspecto "suave", entre otras características.

Al final son pocos los que reparan en el hecho que esas caritas cachetoncitas son así porque tienen las mandíbulas mas potentes del reino animal. Un guacamayo te arranca un dedo de un mordisco, un panda una mano y un tigre el cuello. Igual, los conservacionistas usan y usarán estas imágenes como parte de campañas mundiales, es mas fácil poner la foto de una foca que la del krill, aunque el ambiente en el que ambos viven es el mismo, y está amenazado por el mismo peligro.

El hecho que el hombre haya manipulado genéticamente razas de perro durante siglos para obtener algo como el pequinés obedece al mismo principio: hay gente que quiere de mascota algo que toda la vida parezca un cachorro. Campeonatos de futbol, ferias internacionales, las olimpiadas o campañas publicitarias, siempre veremos sonrientes caritas redondas haciendo uso de esa respuesta innata que nos hará sentir algo especial por ellas. Si la causa es noble, déjese llevar.