Saturday, September 20, 2008

Picardía Criolla

Ayer regresaba a casa usando pequeñas calles para evitar el trafico de las avenidas, cuando me encontré con una escena difícil de creer. Un particular estaba haciendo una fiesta que se extendía mas allá de los límites de su casa.

En barrios populares esta escena no es poco común. Dado el pequeño tamaño de las casas, el alto nivel de hacinamiento y el hecho que la gente no se mueve mucho fuera de su vecindario, casi todo ocurre en la calle. Las señoras (y algunos señores) se instalan en las puertas de sus casas a ver la vida pasar, los jóvenes (y no tan jóvenes) se toman unos traguitos, la pista se usa de improvisada cancha de fulbito, y las chicas hacen múltiples paseos a la bodega pasando por los puntos estratégicos donde puedan dejar claro lo lindas que están.

Lo interesante de esta fiesta es que no solo tomaba esta licencia tácita para usar lo que deberían ser areas públicas, si no que institucionalizaba el evento instalando un toldo, dentro del cual había equipo, mobiliario e instalaciones culinarias. Este toldo se extendía a todo lo largo de la fachada en cuestión, y a lo largo de las 4 fachadas colindantes a la casa "anfitrion". No contentos con usar la vereda, el toldo ocupaba completamente uno de los 2 carriles de la pista de esta calle.

No tengo idea si este evento haya solicitado un permiso municipal. Ni siquiera sé si exista un permiso formal para hacer eso, pero es claro que no lo hubieran podido hacer si no hubiera algún consenso popular de la gente que vive en esa cuadra. Más de un policía y/o sereno tiene que haber pasado por esa cuadra esa noche, y no creo que se hayan puesto a revisar si el agasajo contaba con alguna norma de seguridad, límite de participantes o instalaciones libres de riesgo.

La parte interesante es que todo el mundo estaba pasando un buen rato. Para alguna otra cultura lo que sucede acá es altamente irregular, invasivo, falto de respeto y hasta peligroso, pero para un latino hacerse de la vista gorda con estos temas vale la pena con tal de pasarla bien. Hace poco vi un programa en el que el chef Anthony Bourdain visitaba un restaurante parisino de comida familar. Tony hace una rápida lista de las cosas que nunca podría tener dentro de su restaurante en Nueva York: Fuego abierto de leña, ILEGAL. Porcionar la carne, ILEGAL, mascota, ILEGAL, dejar el queso descubierto, ILEGAL. Termina la frase diciendo: "todo lo que hace a este restaurant grandioso es ilegal en mi país"

Mientras más pienso en las cosas buenas que nos permite esta cultura, más me convenzo que tiene que haber un balance entre la sobrerregulación y el caos. Cuando vemos culturas como la estadounidense, con sus miles de normas y su fiebre de juicios, o la de algunos países africanos, donde no existe respeto por el individuo, tenemos una clara idea de los extremos a los que no queremos llegar.

La criollada en nuestro medio se percibe como una actitud negativa, pero sería interesante rescatar lo que culturalmente nos hace únicos y nos crea experiencias agradables no caer en la paranoia de los paises "avanzados" y mas bien convertirla en una fortaleza.

No comments: