Lo incondicional

El otro día mi hijo Alonso me miro a los ojos, se trepo en mi regazo y me dijo con toda la sinceridad de sus 3 años: "Papi, tu eres mi mejor amigo".

Muy aparte de la emocion que me pudo hacer sentir, eso tambien me da que pensar. Uno puede cruzarse con miles de personas por la vida, estableciendo distintos grados de amistad, y de hecho tengo amigos en los que confío plenamente, pero la relacion con un familiar directo es algo de otro nivel.

Existen situaciones extremas a las que espero nunca llegar, pero es probable que en estos difíciles escenarios las últimas personas en abandonarte sean tus padres, tus hermanos y tus hijos. En el sentido mas practico de las cosas, son de verdad ellos tus mejores amigos.

Claro, todos conocemos casos de gente que poco o nada le confía a un familiar, inclusive a los mas cercanos, y gente que adopta un grupo de amistades de manera tanto o más cercana que los hermanos más queridos, pero no es la norma. Lo mas común del mundo es que no necesites ninguna referencia para dejarle tus hijos a tu Mamá cuando quieres que te los cuiden, o no lo piensas tantas veces para pedirle plata a un hermano.

Igual la relación con tus amigos es imprescindible para la salud mental, y dependiendo de la cultura de cada uno, inclusive llegamos a niveles muy interesantes de cooperacion y codependencia en ciertas comunidades. No voy a contarles a mis padres las cosas que le cuento a mis amigos, y no necesariamente mi familia va a compartir algunas de mis aficiones. Me gusta pensar que algunos de mis amigos me quieren y/o apoyan de manera incondicional, pero es bastante probable que sólo en un momento aciago me entere si esta relacion es siquiera comparable a la que tengo con mi familia directa.

Por el momento voy a disfrutar mientras me dure la sensación de ser el mejor amigo de Alonso. Pronto se le va a quitar el entusiasmo, y probablemente pase mucho tiempo hasta que vuelva a pensar lo mismo.