Asesinato

La edición del mes pasado de National Geographic narra un episodio lamentable sucedido en el medio de la Guerra Civil en Congo. Nadie sabe quién fue exactamente, pero aparentemente fuerzas armadas "rebeldes" mataron a 7 gorilas en el Parque Nacional Virunga. Este es el Parque Nacional más antiguo del continente africano, y alberga la mitad de los gorilas silvestres del mundo.

Lo que me pareció curioso es que la revista al poner el artículo en la portada escoge la palabra Murder para titular el hecho. Técnicamente, uno usa murder cuando describe un homicidio. es decir, cuando al que le quitan la vida es a otro ser humano como nosotros, enfatizando lo impresionante del hecho y lo atemorizante que es poder identificarse con el afectado. Si hablamos de un animal, la palabra kill debería definir correctamente el hecho.

Con esto no quiero decir que la National Geographic se equivocó. Todo lo contrario. El uso del lenguaje me parece valido, coherente, valiente y responsable. Por mi profesión he tenido que ver animales sufriendo, muchas veces. He visto heridas abiertas y he visto la muerte de muchos tipos de animales, pero cuando se trata de un primate la experiencia es definitivamente mucho mas impresionante. Un homínido es demasiado cercano a un ser humano como para no sentir un escalofrío al ver una muerte tan absurda.

Si el artículo en mención hubiera descrito cómo el ejercito Congolés se debate entre dos ejércitos rebeldes dependiendo del viento que sople la veleta del gobierno de turno (uno de los mas corruptos del planeta), o de cómo el tráfico de carbón amenaza la existencia de parques como Virunga ya que es 30 veces mas rentable que el ecoturismo, probablemente no hubiese calado tan profundo. Convertir este asesinato en el centro del artículo ha sido como publicar la foto de niños inocentes heridos en combate, nos afecta un nervio mas profundo.

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Se producen asesinatos de este tipo todos los días. Ya sea en un bosque protegido, o en una playa, o en un glaciar o en nuestros vecindarios. Algo termina sucediendo que nos abre los ojos y descubre una realidad mucho mas grande que el hecho que llamó nuestra atención. Son pocos los que advierten el daño antes que la gota derrame el vaso. Son pocos tambien los que saben usar el hecho detonante y comunicarlo correctamente, y lamentablemente son tambien muy pocos los que hacen algo por cambiar la realidad.